sábado, 6 de septiembre de 2008

Expresando lo inefable


Las cinco canciones de fondo que me han fascinado a lo largo de mis años de cinéfilo… Y es que parece que la elección de tales canciones fuese fríamente calculada para encajar a la perfección con la situación, personajes o historia y así armonizar una escena como se debe. Aquí va la primera...


1.- La Barca de Oro (¿?). Santa Sangre. Alejandro Jodorowsky.

Después de presenciar la “venganza ácida” por parte de su madre hacía su padre, Fénix, el protagonista del filme, es separado de su amor de la infancia: Alma, la niña muda que hace mímica en el circo. La canción refleja la tristeza de la escena a la perfección: una despedida; vemos como Alma se aleja en un automóvil y Fénix, impotente, encerrado dentro de un remolque golpea la ventana contemplando cómo se aleja su amada infante. Merece la pena mencionar la sinceridad de la actuación de los dos niños, lo que agrega un toque de melancolía e inocencia a la escena muy pocas veces visto.
“No volverán tus ojos a mirarme, ni tus oídos escucharán mi llanto; voy a llenar, los mares con mi llanto, adiós mujer, adiós para siempre adiós…”

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